Todo esto acabará explotando, pero hasta que explote,
quédate con lo bueno. O quédate, a secas, y consigue que yo huya de mis propios
fantasmas. Yo te dejo que captures y hagas posesión tuya de todo lo que veas
aquí; prometo que la conquista será fácil, sólo te ruego que descartes el
asedio, no aguantaría mucho la sed sin ti; te prometo que no opondré
resistencia, ya sabes.
Que cualquier solo de jazz no es lo mismo si no estás
aquí, e incluso empiezo a plantearme la etimología, origen y ascendencia de la
música cuando oigo a tus dedos paseando por mi pelo. ¿Qué has hecho?
Últimamente las reflexiones inundan mi cabeza, tan llena de letras desordenadas
que buscan desesperadamente la reacción a tu nombre, tan inalcanzable. A tu
llegada incluso parece que se han ido muchas sombras, pero a la vez luchan con
mi razón para quedarse, porque a pesar de todo sigo sintiendo que eres
demasiado y yo no soy nada ni tú algo que merezca, y sigo pensando que todo lo
mejorable debe mejorar.
Bésame las penas, alégrame las cicatrices, cúrame los
días y bébete mis noches. Tengo mucha piel para que la desgastes y todo el
tiempo del mundo para esperar a que lo hagas.
Repito, ¿qué cojones has hecho? ¿Qué hago escribiéndote
esto? Demasiado bonito todo, mucha mierda, mucho sueño suelto volando sin
motor. El golpe será precioso.
Precioso tema de Pink Floyd para título de un bonito texto.
ResponderEliminarDiógenes