lunes, 30 de diciembre de 2013

Puzzle.

Yo soy pluma.
Ave que migra hasta tus sábanas,
marea en llamas.
Soy Ícaro tentando al Sol a la ruleta,
muriendo desde el cielo de Rusia.

Y nuestro amor es tan
etéreo,
efímero,
fuego...

Tú eres alma.
Corazón sin pecho, libertad sin alas,
casa.
Eres aire,
el vendaval de un pestañeo,
Helios.

Y nuestro amor es tan
etéreo,
efímero,
tierno.

Es caos, es morada,
es ámbar, armadura,
pasión, canalla,
etéreo,
efímero,
fuego, tierno,
Helios...

...amor.

lunes, 16 de diciembre de 2013

Toes (Acoustic), Lights

Cuando el té se enfríe,
cuando las mantas me quiten el invierno
del borde izquierdo de la cama.
Cuando vuelva a ser Sol
y deje de ser marea en llamas
gritando al borde de la madurez.
Cuando los escalofríos no existan,
ni en mis labios ni en tu espalda,
aunque vagamente sean comparables
a nuestro aire.

Cuando el té se enfríe,
cuando la distancia a la frontera calle
y enmudezcan mis quejas.
Cuando sea, cuando crezca,
cuando crea, cuando vea,
cuando muera,
dejaré de quererte
cuando deje de ser.

domingo, 24 de noviembre de 2013

Aquí te quiero.
Cooperan el amor y la desesperanza para recordarte,
a ti y a tus manos,
y a los bucles pendientes al borde de tu frente;
a los lunares que nunca te alcancé a contar,
y a tus domingos hechos de insomnio,
nuestros domingos...

Aquí te evocan unos amargos ojos desconsolados.
¡Inundación terrible! Arduo reflejo del alma.
¡Inundación terrible! Sal que colmaría el más árido de los océanos,
viento de las profundidades del desierto,
si bien más abisal es mi pecho vacío.
Terrible calma que sucede ya no a la tormenta,
mas al huracán que de sueños formaste
y en tormento acabó derivando.
Deja respirar a esta pena.

Aquí te anhelo.
Podría escribir los versos más tristes esta noche, como dice Chile,
porque ya no volverán las golondrinas,
no a velar mi sueño, tampoco a custodiar mi olvido;
ni un la menor lograría retornarlas.

Aquí muero. ¡Muero! ¡Me desvivo!
Porque hayas preferido a mis flores su grito.




viernes, 1 de noviembre de 2013

october ends

   Extraños seres, los humanos. Nosotros, a los que nos hace más daño una palabra que un golpe y las decepciones nos cambian más que las ilusiones, y más que el amor correspondido.
   ¡Qué estúpidos, que no sabemos que erramos hasta que el fallo es irreversible!
   Contradictorios seres, que nos encanta encendernos a base de insomnios y suicidarnos a base de besos... Aunque, disculpe, qué forma tan bonita de morir.
   Y, en fin, qué deciros que no sepáis. O recordáis. O qué sé yo que pensáis.
   Porque creo que todos acabamos descubriendo que los mejores cuentos son de miedo, y que las primeras veces con flores y bombones nunca salen bien.



lunes, 19 de agosto de 2013

Somos

Somos una biblia sujetando la pata que cojea del cabecero.
Somos una habitación con una cama y el suelo lleno de etanol. Somos miles de cerillas.
Somos una mariposa que se posa en el borde de una piscina una tarde de viento; una mariposa que bate sus alas en Tokio para que llueva en Buenos Aires.
Somos los cables tensos del ascensor del Ritz de París subiendo un peso de más, y el botones que lleva el equipaje al último piso.
Somos el tráiler que cierra los ojos el instante antes de coger la curva.
Somos un niño que suelta un segundo la mano de su madre en la Navidad de Times Square.
Somos una bala en el revólver jugando a la ruleta rusa. Párkinson al otro lado del gatillo.
Somos las ganas de no vernos, somos el orgullo y somos el sonido del teléfono cuando todo explota.
Sólo somos la suerte que tú quieras que tengamos.


jueves, 23 de mayo de 2013

Dudas existenciales e intentos fallidos para solucionarlas.

 Cada día me cuesta más levantarme. Creo que es porque tengo frío, o porque me falta algo. Puede que me faltes tú. O puede que me falte yo.
 He intentado buscarme, o reencontrarme, ¡tantas veces!... Y tantas veces he fallado que ya me he dado por perdida.
 He intentado cambiar, pensado que así volvería a ser la de antes, que así borraría todos los fallos, y lo y único que conseguí fue taparme los ojos ante lo evidente, distrayendo el continuo pensamiento de saber a ciencia cierta que, al despertar, la caída sería terrible.
 He intentado quererme, pero me odio tanto que me cambiaría por cualquiera; a poco conseguiría mejorarme.
 Y lo que duele es que yo lo conseguí. Sí, una vez conseguí mi meta. Fui feliz. Lo hice bien. Y ahora, ¿por qué no soy capaz de volver a hacerlo? A lo mejor es que me da miedo, porque sé que todo se repetirá de nuevo. Todo... Es una mezcla de sentimientos contradictorios acerca de repetir a mi "yo" de antes o seguir, salir...
 He intentado no olvidarme del pasado, sino, simplemente, dejar atrás lo que sentía por el propio pretérito. Esto sí, pero va poco a poco. Va arrancando y se va yendo, porque no es a mi ventana a la que vuelven las aves de verano y, aunque me gustaría saber en qué repisa han acabado, no, no lo sé.
 No sé, tampoco, si hay más seres que, como yo, dudan, piensan, rebuscan... ¿O es que estoy loca? ¿Es "normal" (tomemos como concepto de "normal" toda persona que se integra, sigue las costumbres de una sociedad y es aceptada) tener este tipo de dudas y desconocimiento de mi propia persona?
 En consecuencia y como resultado de esta reflexión y pequeña investigación sobre mí misma, sólo llego a una conclusión: a lo largo de mi vida, de toda mi vida, he sido una constante metamorfosis.

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Esto va en un punto y aparte; ¿de quién te vengabas todo el tiempo que yo estuve a tu lado?

lunes, 29 de abril de 2013

Sólo si quieres quedarte.

"Te ofrezco noches, sexo, insomnio, canciones de Bob Dylan, cigarrillos, salidas de emergencia, y toda una vida para hacer cualquier mierda".
Te ofrezco aire, aliento, humo, fuego y un precioso grinder. Café en invierno, té en primavera y yerba en el puerto. Caricias hasta que salga el Sol y clases de astronomía hasta que las estrellas se vayan a dormir (o de que se sientan intimidadas).
Te ofrezco películas de Burton, mantas y un sofá de cuero. Calor, escaleras de caracol y todos los acordes del mundo.
Te ofrezco poemas de Neruda y golondrinas de Bécquer, porque "te recuerdo cómo eras el último otoño" y porque "volverá, del amor en tus oídos las palabras ardientes a sonar".
Te ofrezco mis ruinas y tu musa.
Te ofrezco París, Barcelona y a donde tú quieras llevarme. Esculpir mi cuerpo en agua y lamernos las heridas, curarnos a besos.
Te ofrezco todo lo que quieras robarme.

miércoles, 20 de marzo de 2013

When you lose something you cannot replace

¿Quién iba a preocuparse por la muerte de un ángel? Pero un ángel no es alguien sino un par, que más que un par son uno. Lo que quiero decir, es que nosotros teníamos alas.
Alas, alas celestes y blancas, rotas alas, combatidas y ahora, sin plumas. Alas, pero no motores. Volar cansa, fatiga, y acabamos amaneciendo en el asfalto, y a mí me duele más la caída, veintidós fracturas y ocho esguinces, y tú sales únicamente con algún arañazo que no dejas ver.
Alas, alas celestes y sin motores. Alas caducadas. Intento despegar pero, ¿cómo sin tu pecho? ¿Sin mi libertad, cómo?
Ya hace meses que empezaste a precipitarte al mar, a la sal, a las rocas, la lluvia lo recuerda, pero yo... Yo volaba con los ojos cerrados. La confianza y la esperanza eran plenas, la caída, imprevisible.
¿Quién iba a preocuparse por la muerte de un ángel? Y lo más importante, ¿quién iba a preocuparse de salvarle?
Quién, si no se salva él mismo.



miércoles, 13 de marzo de 2013

Versículo aficionado, muy connotado.

Siento que se pudre. Que nos apagamos
y yo fluyo,
y tú huyes.

Que los amaneceres se oscurecen
y que tus manos ya no
me miran
igual.

Que los amaneceres se consumen
y que tus ojos ya no
me quieren
tocar.

Porque cuando el miedo se apodera de tus pestañas,
y la depresión de mis mejillas queda húmeda,
ya no queda nada que hacer.

Ni nada que miren tus manos.
Ni nada que toquen tus ojos.

Y yo fluyo.
Y tú huyes.
Y "nosotros" acabará siendo
el muro de Berlín.

martes, 22 de enero de 2013

Caigo.

  Soy como Ícaro, yo también vuelo con alas de cera. Me ilusiono y no son más que sueños. Me quemo con el Sol. Caigo.
  Soy Hamlet cuando te imagino, dudo, y me creo. Soy Julieta cuando muero por ti. Soy Otelo cuando soy Hamlet, y me vuelvo un poco Romeo.
  Soy Otelo cuando te veo con ella.
  Ella... no le llega ni a la suela de los zapatos a mi parte de Julieta.